Cuando los justos gobiernan,
el pueblo se alegra, más cuando gobierna
los injustos, el pueblo gime.
Conoce el justo la causa de los
pobres; más el impío no entiende sabiduría.
El necio da rienda suelta a toda
su ira; mas el sabia la sosiega.
Los gobernadores que juzgan con
verdad a los pobres; sus tronos serán afirmados
para siempre.
Si los gobiernos de la tierra, no
reconocen el Señorío del Rey de reyes y Señor de señores, el pueblo se
desenfrena; más los que guardan sus leyes,
serán bienaventurados.
¿Has visto hombre ligero en sus
palabras? más esperanza hay del necio
que de él.
El cómplice del ladrón aborrece
su propia alma; pues oye y ve y no dice nada.
El temor del hombre pone lazo;
más el que confía en Jehová Dios, será
exaltado.
Abominación es a los justos; el
hombre malo y abominación es al impío el de camino recto.
Clamo en mí oído con gran voz diciendo: Los
verdugos de la ciudad han llegado y cada uno trae en su mano su instrumento
para destruir.
Y he aquí que seis varones venias del camino
de la puerta de arriba, que mira hacia el norte y cada uno traía en su mano su
instrumento para destruir. Y entre ellos
había un varón, el cual trae en su cintura un tintero de escribano y entrado se pararon junto al
altar de bronce.
Y la gloria de Jehová nuestro
Dios se elevo de la tierra, y Jehová llamo al varón vestido de lino, que tenía
a su cintura el tintero de escribano.
Y le dijo Jehová: Pasa por en
medio de la tierra y ponles una señal en la frente a las personas que gimen y
que claman a causa de todas las abominaciones, que se hacen en medio de
ella. Y a los otros dijo, oyéndolo yo:
Pasad por la tierra, en pos de ellos y matad no perdone vuestro ojo, ni tengáis
misericordia.
Matad a viejos y jóvenes hasta que no quede ninguno; pero a
todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercareis y comenzareis por los
que dicen creer en mí, pero que con sus hechos me niegan. Y les dijo contaminad
la casa y llenad los atrios de muertos.
Todo esto parece una película de
terror, pero eso es lo que dice el decreto del creador. Y por encima de El no
vive nadie, El estableció las leyes para
todos, el sol, la luna, las estrellas,
el mar, la tierra y todo lo que en ello hay. Si el hombre que fue creado a su imagen y conformado a su
semejanza, infringe alguna de estas leyes;
también Dios ha establecido un
decreto único, que es: Todo lo que el
hombre sembrare eso también segara. Y ya
ha sido sentenciado, por su propia boca. Pues el veredicto es este: Tu maldad te castigara y si no te arrepientes,
del mal que haces, tu prisión será en infierno, por toda la eternidad. Libro de
Jeremías Capitulo 2; Art 19. El malo no escaparas DEL FRUTO DE SU PROPIA
MALDAD.